Haciendo el indio: la falsa carta del Gran Jefe Seattle

Hay varias cosas impepinables en el mundo de la decoración y interiorismo: posters de Kerrang en los antros heavys, carteles de cine añejo en los garitos de Malasaña, y murales con la "Carta del Jefe Seattle" en los herbolarios, centros esotéricos y otros establecimientos más o menos místicos. Este último producto infernal se vende a patadas en el Rastro, y el modelo es siempre el mismo: cara de indio dibujada contra un atardecer fosforito, acompañado de alguna frase del tipo “Sólo cuando se haya cortado el último árbol, contaminado el último río, pescado el último pez, sólo entonces verás que el dinero no se puede comer”. Ya saben: viejos pieles roja de gesto estreñido que miran al horizonte, perdidos en dios sabe qué grandezas espirituales, y tocados con la ineludible corona de plumas. No hay nada más falso ni más edulcorado que un indio reinventado por el neo-ecologismo del siglo XX. Este poster haría vomitar en bloque a tribus enteras de atakapas, choulas, lakotas y algonquinos. 
La caspa

Uno de esos pobres indios plastificados me observa desde la pared de cierto herbolario de Pozuelo. Parece terriblemente deprimido de encontrarse ahí. Mientras lo contemplo con el ceño fruncido, la gurú que regenta la tienda se acerca a mí y me susurra con ternura reverente: “Es el Gran Jefe Seattle”. “Ah que bien”, contesto yo en el colmo de la falsedad. No quiero envenenar un ambiente tan místico y fluorescente con la mala ostia de mis chakras bilbaínos, así que la pava se aleja solemnemente, como si acabara de desvelarme un misterio cósmico, y yo pienso para mi coleto: “Esta mierda gorda que tienes colgada en  la pared no sólo es fea, sino que además es una falacia, y una terrible falta de respeto a la cultura indígena norteamericana. Si el viejo piel roja viera esto se pondría fumando en pipa, y no precisamente de la paz. Porque para empezar, éste hombre no es (pero ni de casualidad) el Gran Jefe Seattle. Y te voy a explicar por qué, mística de tres al cuarto: Seattle se caracterizaba por ser un pacifista militante. De su boca salieron frases lapidarias como ésta: “Cuando nuestros jóvenes se enfurecen y desfiguran sus rostros con pinturas negras, quiere decir que sus corazones son negros también”… ¿y sabes lo que significa la corona de plumas con la que siempre se dibuja al pobre Seattle? Significa GUERRA: el terrible tocado ceremonial de los sioux-lakota, una de las tribus más belicosas jamás salida del culo de Manitou. Decir que este hombre emplumado es Seattle es como poner una foto de Steven Seagal y afirmar que es Gandhi.”


Prueba de agudeza visual nº 1

Pero claro, a día de hoy… ¿qué es un indio sin tocado de plumas? Queda muy soso, como un negro sin lanza, un inglés sin monóculo o un español sin patillas de bandolero. Parece que somos incapaces de reconocer a un piel roja si no lleva el pack de complementos Playmobil: tocados de plumas, tomahauks, appalosas, búfalos de cartón-piedra bajo atardeceres cutres en tonos pastel…. ¿Os acordáis de cuando salieron en el periódico las fotos de aquellos piratas somalíes? En ese momento, una parte de nuestro cerebro susurró: “Bah, eso no son piratas de verdad, porque no tienen ni loro ni parche ni pata de palo. Ni siquiera tienen aretes en las orejas. No son más que un montón de negros desharrapados armados con kalashnikovs”. Ni que decir tiene, por supuesto, que Jack Sparrow mola mil veces más. Tú le das un lápiz de kohl a uno de esos somalíes y se lo come, o te lo hace comer.  Pues eso, que le pongas plumas al indio, y así dejamos las cosas claras y nadie se lía…. ¡Qué imbecilidad!


Prueba de agudeza visual nº 2


Pero lo que de verdad me cabrea, lo que hace que me gotee el colmillo, es el texto que suele acompañar tan flamante poster: la celebérrima "Carta del Gran Jefe Seattle". Ese enternecedor discurso comienza diciendo El Gran Jefe Blanco de Washington nos envió un mensaje diciendo que quiere comprar nuestras tierras...” y continúa así durante más de 2000 palabras, desgranando temas tan anacrónicos a la época y al contexto de Seattle (1780- 1866) como la extinción de las especies, la contaminación industrial o la conciencia ecológica. Cualquier persona con conocimientos de cultura indígena norteamericana puede detectar, al leer esta carta, extrañas notas discordantes que no corresponden ni con la ideología ni con el contexto histórico. ¿Y por qué? La respuesta es simple: porque (sorpresa) esta carta NO la escribió el Gran Jefe Seattle a mediados del siglo XIX, sino un guionista norteamericano llamado Ted Perry a finales del XX. Aquí la tenemos, en todo su esplendor:




Vamos a hacer un ejercicio de análisis histórico, veréis que divertido y que edificante resulta. El siguiente fragmento pertenece a esta supuesta “Carta del Gran Jefe Seattle”, la que siempre vemos rulando por Internet:

“Soy un hombre salvaje y no comprendo ninguna otra forma de actuar. Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie, abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar. Yo soy un hombre salvaje y no comprendo cómo es que el caballo humeante de hierro puede ser más importante que el búfalo, que nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir.”

Bien, pues esto es lo que piensa un historiador:

“Vi un millar de búfalos pudriéndose en la planicie (...) al cual nosotros sacrificamos solamente para sobrevivir. Seattle era jefe de la tribu de los duwamish y de los squamish. Ambas etnias vivían en el extremo norte de la costa Oeste de los Estados Unidos, una zona conocida como la Sonda de Puget. Se trata de un territorio pesquero, donde las tribus se dedicaban a la recogida de la almeja y otros crustáceos. Con toda probabilidad, Seattle y su gente no habrían visto un búfalo en su puñetera vida, ya que éstos sólo habitan en las llanuras centrales americanas, que abarcan desde México a Canadá. Hablar de los búfalos de Sonda de Puget es como hablar de los célebres osos polares de Jerez de la Frontera. Supongo que la frase “Vi un millar de almejas pudriéndose en la planicie…”, queda bastante menos épica, así que Ted Perry las sustituyó sin pudor por un animal más digno, que además diera el pego en los pósters. Total, son indios, ¿no? Los indios van con los búfalos y con las águilas, no con las jodidas almejas. Pues ya está.

“(...) abandonados por el hombre blanco que los abatió desde un tren al pasar (…)” Seattle nació alrededor de 1780 y murió en 1866. En esas fechas ni siquiera estaba puesta la primera vía ferroviaria en el norte de la Costa Este, mucho menos iba a pasar un tren lleno de energúmenos con rifles…

Y así, sucesivamente… 

Con esto no quiero decir, ni mucho menos, que el búfalo no fuera un animal en peligro de extinción. Es una realidad histórica que la caza masiva promovida por los colonos fue letal para la especie, que no empezó a recuperarse hasta principios del siglo XX. Simplemente digo que el jefe Seattle no pudo haberlo visto: ni la mengua del bisonte (por motivos geográficos) ni al “humeante caballo de hierro” (por motivos cronológicos).
The Buffalo Hunt [No 26], 1899, Charles Rusell. Amon Carter Museum, Fort Worth.

Pero las falsedades más dolorosas, las más dañinas, no son esos curiosos datos históricos, sino la manipulación que Parry hizo con lo intangible: con la religión y la espiritualidad de las tribus. La estúpida moralina norteamericana tiene meter su cuchara en todas las sopas .… Leed, por favor, la descafeinada pedorrez de Ted Perry, y luego comparadla con las palabras originales del gran Jefe Seattle:

De una cosa estamos seguros, una cosa que el hombre blanco llegará a descubrir algún día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes podrán pensar que lo poseen, como desean poseer nuestra tierra; pero no es posible, Él es el Dios del hombre, y su compasión es igual para el hombre piel roja como para el hombre piel blanca.

Ted Parry

Ohhhh, que bonito, voy a llorar. God bless América, y todas esas cosas. Pero lo que verdaderamente dijo Seattle es lo siguiente:

“¡Vuestro Dios no es nuestro Dios! Vuestro Dios ama a vuestra gente y odia a la nuestra. Él arropa con su fuerte brazo al hombre blanco y le lleva de la mano como un padre lleva a su hijo pequeño. El Dios del hombre blanco no nos ama, porque si nos amase nos protegería. ¿Cómo podemos entonces ser hermanos? (…) Si acaso tuviéramos algún Padre Celestial común, Él debe ser parcial, porque acudió sólo a sus hijos blancos…. nosotros nunca le vimos. Él os dio leyes, pero no tuvo palabras para sus hijos rojos, cuyas inmensas multitudes cubrieron en su día este vasto continente, igual que las estrellas cubren el firmamento. No; somos dos razas diferentes, con orígenes distintos y distintos destinos. Hay muy poco en común entre nosotros.”

Seattle

Toma ya, la primera en la frente. Es vergonzoso poner palabras falsas y edulcoradas por la triste moralina occidental en boca de un hombre tan lúcido y tan íntegro como este indio. Shame on you, Ted Perry. 

ECO-IDIOTAS

En fin, una vez expuestas las líneas generales de asunto, ha llegado la hora de profundizar un poco en el tema. Porque las cosas nunca son ni tan blancas ni tan negras… 

La realidad es que Ted Perry no era tan mal tío ni tan farsante como parece. Él sólo hacía su trabajo, que era escribir guiones. La culpa de que este texto haya pasado como verídico no es del todo suya, sino de la exposiva mezcla entre manipulación e inocencia que continúa en  nuestros días.

Eran mediados de los años 70, y al joven Perry le habían encargado el guión de un reportaje sobre la contaminación del planeta titulado “Home” (Hogar). Estamos en los albores del movimiento ecológico, la concienciación social empezaba a dar sus pequeños pasitos, y Perry decide escribir un texto conmovedor que remueva las nuevas conciencias y que cierre con broche de oro su documental. Hoy en día, ese texto lo conocemos con el nombre de  "Carta del jefe Seattle", y no para de dar vueltas en Internet como anécdota histórica real.  ¿Y de dónde ha salido pues? Os cuento...

Cuando era más joven, Perry tuvo la suerte de asistir a una conferencia sobre la explotación de los recursos naturales que le dejó marcado. El ponente fue un tal William Arrowsmith, académico de la Universidad de Texas, el cual se había basado (muuuy lejanamente) en las opiniones del gran Jefe Seattle, recogidas en 1854 por un colono traductor llamado A. Smith. Así que Perry cogió el texto de Arrowsmith, lo aliñó con los ingredientes propios de la nueva mentalidad ecologista, y creó de su puño y letra la célebre “Carta del Gran Jefe Seattle” que ahora todos reverenciamos como sumun de la sabiduría indígena norteamericana. Pero no por ello es un farsante, ojo. En ningún momento quiso hacer pasar su obra como un texto real: “No comprobé la exactitud histórica de lo que escribí. Pocos guionistas lo hacen. Lo que planteé fue trasladar al jefe Seattle al mundo moderno e imaginarme lo que diría”.  La culpa, entonces, no es sólo de Ted Perry, sino también de los que lo propagan como texto histórico: desde los maestros del márketing hasta los ecologistas de buena voluntad. Digamos que es una cadena de responsabilidades.

Ted Perry. Qué bajona, ¿eh?

Y es que tenemos que ser conscientes de algo muy importante: que son indios, joder, no figuras mitológicas y soñadas. Fueron centenares de tribus, asentadas durante siglos a lo largo y ancho del continente norteamericano, de la misma manera que los celtas lo hicieron por Europa. Merecen respeto y dignidad propias, no convertirse en fetiches neo-ecologistas de nuestra propia cultura.


EL TEXTO ORIGINAL

La versión más cercana al discurso original es, como hemos citado anteriormente, obra de un testigo ocular llamado A. Smith. Y tampoco es muy fiable, que digamos. Para empezar, Seattle habló en dialecto lushootseed, que tiene pinta de ser un idioma bastante infernal. El pobre Smith dijo que no había problema, que él dominaba aquella lengua (*ehem-ehem* fijo que no).  Finalmente, alguien tradujo el discurso del lushootseed a la jerga chinook, y más tarde de la jerga chinook al inglés… podéis imaginaros la fidelidad del texto. Es como jugar al teléfono estropeado, nivel extremo.
El bueno de Smith

Sin embargo, y aunque no refleje con exactitud qué es lo que se dijo aquel día de 1854, el texto de Smith es por lo menos honrado: no se inventa ideas, ni adapta las palabras del indio a su propia mentalidad occidental, sino que traduce como puede lo que oyó de boca del mismo Seattle, un hombre de extraordinaria retórica. El siguiente mensaje es real, tan dolorosamente real como las viejas tribus. Esta carta nos muestra a un pueblo lúcido, resignado, consciente de que su forma de vida está en el filo de la navaja. No habla de la extinción del águila, del bisonte ni del caribú: habla de su propia extinción. Cedo la palabra al Gran Jefe Seattle. El de verdad.

El cielo lejano, que lleva siglos llorando lágrimas de compasión sobre mi pueblo, y que a nuestros ojos parece eterno e inmutable, puede cambiar. Hoy está despejado. Mañana podría aparecer cubierto de nubes. Mis palabras son como las estrellas que nunca cambian. Cualquier cosa que Seattle diga, el gran jefe de Washington puede confiar en ella con la misma certeza con la que confía en el retorno del sol o de las estaciones. El jefe blanco dice que el Gran Jefe de Washington nos manda muestras de amistad y buenos deseos. Esto es amable por su parte, ya que somos conscientes de que poca necesidad tiene de nuestra amistad. Su gente es numerosa, son como la hierba que cubre las vastas praderas. Mi gente es escasa, parecen árboles dispersos en una llanura barrida por el viento [...]


http://eltrastero-ley.blogspot.com/2011/11/la-noche-del-indio.html
Traducción propia 



http://en.wikipedia.org/wiki/Chief_Seattle
http://charlatanes.blogspot.com/
http://www.halcyon.com/arborhts/chiefsea.html


Comentarios

  1. O_O !! Que sorpresa NenyaLey !! Has vuelto !!
    :-)

    Esta misma tarde te reservo un rato para leerte.

    Un saludo.

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  2. Mania que tenemos los occidentales de apropiarnos y retorcer otras culturas. Me irrita especialmente ese ambiente neohippie-bohemio que pica conceptos aqui y alla pero que no sabe de lo que habla. Muy grande Leyre, como siempre :)

    P.D. Lo prometido es deuda milady :P

    Sixtus.

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  3. Pues a mí me gusta mucho más la original ^^ De todas maneras discrepo con Sixtus en un detalle: no creo que sea exclusivo de los occidentales. Más bien creo que a la humanidad en general le encanta retorcer todo lo que toca para convertirlo en marketing.

    Dictadora, la causa te echaba de menos ;P

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  4. Daegor: Mala hierba nunca muere. No del todo, al menos XD

    Sixtus: Totalmente de acuerdo. Algún día escribiré una entrada sobre el neopaganismo que se va a cagar la perra... ¿sabes que no es la primera vez que me preguntan si soy wiccam? XD La rrrehostia ¬¬

    Talban: es cierto que mucha gente manipula la historia por márketing, pero creo que son más los que lo hacen por puro pajeo fantástico sideral. Obviamente estas cosas no son exclusivas del mundo occidental, pero qué cojones...¡tenemos muchas más papeletas que el resto! XD

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  5. Uys!! No!! Resiste al invierno!!
    ¿Cada cuanto hay que regarte para que te mantengas hermosa y lozana :-p ? ejejje

    Este es un caso claro de manipulación por marketing, pero no creo que sea patrimonio occidental.
    Históricamente los etnólogos han estudiado al ser humano siempre desde el prisma de su propia cultura, asimilándolas más que interpretándolas y ni imaginándose si quiera que pudiera haber estructuras sociales diferentes. Sólo desde principios del siglo XX hemos aceptado "otras formas de vida".
    Y los pueblos no occidentales han hecho lo mismo al analizarnos a nosotros.
    La humanidad es un bicho de costumbres y le cuesta cambiarlas.

    Y en fin, una pena que el Indio este no dejara más descendencia lúcida en EEUU.


    Como siempre, Leyre, fantástica en forma y en fondo.
    Gracias por ilustrarnos.

    Saludos desde el fin de la tierra.

    PD: ¿Como va el canje del "Comentario x Caña"? Me debes un par de ellas al menos :-p

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  6. Perdona, pero yo SI estaba el día del discurso del Gran Jefe Philadelphia y sí que mencionaba lo de los trenes. Me acuerdo perfectamente porque lo dijo poco antes de advertir de los peligros de la energia atómica. El discurso, que no recuerdo palabra a palabra era algo como: "Cuidadorl con el progreso, que puede hacer pupitarl. En Alemania paran trenes con desperdicios nucleales y es peligroso, te das cuen?"

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  7. Una vez más asombrado quedo. Plas, plas, plas.
    P.

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  8. Pues no vayáis a creer que esto de crear y creer ilusiones sobre el pasado es algo nuevo. Cervantes lo denunciaba en el Quijote ;) Pensad en que la Patagonia se llama así por los gigantes patagones, los cuales aparecen en la literatura caballeresca, tal como el río Amazonas, o la península de California (esta era la reina de las Amazonas). El mismísimo siglo XIX fue un gran inventor (creador?) de pasados, consecuencia del romanticismo y su deseo de encontrar lo definitorio de cada cultura (en sí misma, para sí misma). Pero es que al final nuestro conocimiento del universo funciona un poco así, creemos lo que queremos, poco importa la fidelidad de los hechos. La historia de occidente enterita es una interpretación de los sucesos y muchas veces la exactitud es dejada de lado en pro del sentimiento que se persigue. No creo que sea tan deleznable el que la gente lea y crea que esa carta es real en cuanto que lo que me parece indiscutible es que esconde una moral positiva y tiene una potencia de concienciación social sobre un problema que sí que existe. Luego quedamos los que preferimos ver opiniones contrastadas, ¿cómo voy a creer ahora que ninguna de las dos cartas sea real? Yo no estuve allí...

    Por cierto, me encanta lo del texto traducido de un idioma a otro, volviendo al Quijote, él se ríe precisamente del tópico literario del "manuscrito hallado" diciendo que a) Lo escribe un historiador musulmán llamado Cide Hamete Benengeli, que es quien supuestamente sigue al Quijote y va escribiendo su historia. b) Cervantes encuentra los pliegos, pero no sabe árabe y pide ayuda a otro árabe. c) Dice Cervantes que los árabes son muy mentirosos (imagínate la fiabilidad que le da al texto) d) Además admite que de vez en cuando "embellece" el relato.

    Pues algo así, algo así ocurre aquí, a saber lo que dijo uno y lo que escribió el otro. Ahora ya no creo mucho en la carta del jefe Seattle como algo histórico (hasta que no inventen la máquina del tiempo y me pongan un Pez de Babel [Douglas Adadams, La Guía del auoestopista galáctico] y pueda escucharlo por mí mismo, me declaro escéptico).

    Respecto a lo demás, me ha encantado el artículo, te felicito por esa mezcla de humor ácido y crónica histórica (si tuviera el interés suficiente y la paciencia necesaria incluso me plantearía corroborar los datos aportados, como no es así, de momento y hasta que me entre el interés o hasta que otro rebata lo que has dicho, me quedo con tu versión de la carta)

    Un saludo.

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  9. Javi Kororo: antes de nada, muchas gracias por la atención que le has prestado al artículo, me hace mucha ilusión :) Una vez dicho esto, paso a contestarte:

    No creo que la idea de mirar al pasado románticamente sea "deleznable", ni mucho menos: mi estudio pre-doctoral trata precisamente sobre la imagen romántica del medievo en la estampa española del siglo XIX, jejeje. Digamos que es un patrón de conducta que comprendo muy bien: el pasado está envuelto en brumas, y todo lo que percibimos tiende a aparecer (bellamente) distorionado. A todo el mundo le gusta tener un lugar donde escaparse, y a todo el mundo le gusta recrease en la magia del pasado. A mi, la primera.

    Pero por favor, las cosas claras: no ha pasado tanto tiempo desde que se escribió esta carta. Las reservas indígenas todavía existen hoy en día. Y la cultura amerindia es rica y profunda por si misma, no un complemento eco-moralizante de los EEUU. El fin NO justifica los medios, y menos en este caso: podrían haber usado la imagen del indio y su relación con la naturaleza como una herramienta preciosa y veraz para la defensa del ecologismo. En vez de eso, cogieron un texto histórico y lo distorsionaron a conciencia para que las ideas de Seattle (ideas que no sólo hablaban de la naturaleza, sino de puntos tan delicados como la religión, la muerte, la decadencia de una cultura...), para que esas ideas, digo, coincidieran con las del gran público estadounidense del siglo XX. Por mucho "romanticismo" que le eches al asunto, esto está MAL, y punto :).

    La carta "original" del Jefe Seattle es estremecedura, terrible, brutal: un mazazo a la conciencia de la auto-satisfecha cultura de los EEUU. Mientras miles de indios todavía se hacinan en ridículas reservas, los norteamericanos lucen con orgullo camisetas estampadas con Seattles, lobos y búfalos de mentira. Como si fueran personajes legenadrios de su propia cultura, malditos sean. Todos los niños del mundo han leído la "Carta de Jefe Seattle" escrita por Ted Perry, pero muy pocos han leído la "Carta del Gran Jefe Seattle" escrita por el Jefe Seattle. Esto no es romanticismo, es otra cosa. ¿Mala conciencia? Puede ser. ¿Distorisón consciente de una realidad histórica?? Sin duda alguna.

    Un saludo :)

    PD: Yo también soy escéptica en cuanto a la carta de Smith. Recuerda que a la redacción de esta carta la llamo "el juego del teléfono estropeado, versión extrema" Pero esta versión es, con MUCHO, lo mejor que tenemos al respecto. La avala una extensa bibliografía, y cuando se estudia el pasado, eso tiene un valor innegable.

    PD2: Guarda el artículo en favoritos y, cuando te aburras, corroborra los datos aportados. He intentado no dar puntada sin hilo, así que no creo que puedas rascar nada jajaja. Pero me gusta tu actitud ;)

    Un placer, Kororo!

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  10. Y yo que en verdad pensaba que le estaba escribiendo al vacío. Qué placer de respuesta. Ya veo que me voy a liar... bueno, pues al lío:

    En mi infancia me leyeron tantas veces esa carta... (iba a los scouts). He llegado a este artículo porque he visto por ahí la frase aquella de "Cuando el último árbol sea talado..." debajo ponía "proverbio indio" y yo pensaba que era parte de la carta del Gran Jefe Seattle (es lo que pasa con los recuerdos, que se mezclan así, a placer; imagínate la información que tengo realmente sobre el tema) así que he ido a comprobarlo. He encontrado la carta y tras leerla otra vez con mi alegría e ingenuidad indefendible ante las evidencias que delatas sobre la incoherencia histórica, he visto que en google decía "falsa carta..." Así he llegado aquí. Y me he leído el artículo dejando a Neruda aparcado un rato, (ahora estoy dejando a Borges de lado) y me he reído y he disfrutado con la redacción. Como no te conozco e internet tiene este rasgo de intangibilidad en que no se puede creer ciegamente nada, pues no lo he hecho.

    Enseguida me ha surgido el yo-crítico que analiza e intenta pulir y suavizar para encontrar aquello que se acerca más a la "verdad" (que no sé yo si termina de existir, pero bueno). Y además, teniendo en cuenta que siempre que leo algo pienso "sí, pero" y le busco las cosquillas al gato, porque sé muy bien dónde tiene sus dos patas, no he podido evitar escribir una respuesta. Y mi respuesta, estoy seguro, se adolece de mi propia ingenuidad.

    He de decir que mi comentario venía motivado por las respuestas que daban a tu artículo. Poco podría criticar el tema expuesto dada mi falta de indagación al respecto. Además la coherencia intratextual responde perfectamente a mis conocimientos históricos sobre el hecho, que siendo parcos me bastaban para aceptar lo que dices. Por eso digo "no creáis" en lugar de "no creas" ;). Y es sobre el uso de la palabra marketing, que es más propio del XX que de otras épocas. Y lo que quería remarcar, esencialmente, es que esto de inventarse la historia ya tiene tradición, ya.

    Los románticos se inventaron muchas cosas a sabiendas, y hay quien, desinformado, cree ciegamente en el mito generado hace sólo un siglo sobre, por ejemplo, la aparición de su cultura. Por ejemplo, en mi caso (soy Murciano) aquí hay un mito popular sobre que Murcia tiene una lengua propia llamada comúnmente "Panocho" -no entraré sobre si hay o no dialecto murciano, que aquí no viene a colación-. Resulta que el Panocho en sí mismo no es una lengua que se haya hablado nunca. Resulta ser una lengua de carácter burlesco que buscaba parodiar el habla particular de las gentes de la huerta. Se utilizaba para hacer bandos (como los de un pregonero) y eran los de Murcia capitol citi vs los huertanicos der señó. Ven a Murcia y pregúntale a cualquiera sobre el Panocho a ver qué te dicen. De lo que te estoy diciendo hacen escasos 100 años, cuando incluso se llegó a escribir una gramática. Ni hablemos de los famosos tanques de cartón piedra de la URSS [Etcétera de Etcéteras. Y todo son Etcéteras]

    Respecto a las atrocidades culturales cometidas contra las culturas precolombinas ni hablemos. Acabo de saturarme del Canto General de Neruda y creo que ni hay que mitificar, ni mistificar, y en eso estoy de acuerdo contigo. Es preciso denunciar la realidad actual, y es bueno que hayan artículos de divulgación como el tuyo que vengan a realizar el papel de desentrañar las mentiras de la historia. Es necesario, pero sólo llegarán a aquellas mentes que estén dispuestas a recibirlo. Para eso tiene que haber un gusto por la cultura, por el descubrimiento y el conocimiento. Si ese gusto existiera entre la mayor parte de la población el planeta sería de otra forma, estoy convencido. Por desgracia vivimos en el mundo en que vivimos y a la gente le importa más el efectismo que otra cosa.

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  11. Por ejemplo, y aunque se salga un poco del tema, me he sentido obligado a echarle la bronca a un par de personas por el Facebook. Bueno, no tanto la bronca como un comentario crítico, por pasar uno de esos carteles que se forma por dos fotos, en esta las que estaban eran la del chaval al que se le imputa el asesinato de Marta del Castillo y la del tipete de Megaupload. La comparación era entre las condenas que a cada cual les habían impuesto por sus respectivos delitos. ¿Tú crees que es sano que la gente haga ese tipo de equiparación? Y digan, fresca y lozanamente: Piratería 50 años vs Asesinato 20 años. Esa foto corre o vuela por las redes enseguida y sólo por el nivel efectista, sin que haya planteamiento moral de lo que implica hacer esa equiparación y continuarla. Pero es lo que le gusta a la gente, el morbo, el morbo. Lo fácil, el efecto que produzca la emoción rápida. Y eso es lo que da la conjunción de la carta de Ted Perry + La foto de un indio emplumado cual pavo real + un paisaje bucólico de fondo (el color sepia, no olvidemos el color sepia, que le da el tonillo desgastado y viejuno)

    Como dice la carta real, las culturas van y vienen, todas. Y todas gestan sus propias mentiras y sus propios clichés efectistas. Él es capaz de ver su propia culpa en el proceso, si sus palabras son esas, me parece de una clarividencia estremecedoramente bella. Como dijo la Trasovares (personajazo por otro lado) "las víctimas son la parodia de la socidad". A lo mejor ni siquiera sabe lo que decía, o quizá sí, tal vez lo dijo otra persona y ella se quedó con esas palabras y yo me quedo con ellas así, a través de ella. Y no significa que ponga en tela de juicio tu denuncia, que no sólo me parece válida sino que debería de llegar un poco más allá de los asiduos a este blog. No sólo por corregir el injusto error que pone en boca del Gran Jefe Seattle palabras que no le corresponden, sino por lo que muestra de cómo se hace la historia, así, deformando la verdad.

    Me ha encantado, de verdad, el artículo y la nueva lectura de la carta, de hecho he ido corriendo a comentárselo a alguna persona que sé que la conoce y que además tiene el mismo gusto por los entresijos misteriosos de la falseadora historia. A fin de cuentas ya se sabe quién la escribe, y suelen ser poco objetivos (pese a todos los intentos). Qué desgracia que la objetividad sólo pertenezca a los objetos, ¿verdad que sí?

    Yo daré a conocer, créeme que lo haré, la falsedad de la carta en mi mundo inmediato, lo comentaré con todos aquellos que como yo la leyeron y la creyeron cierta y a los que les interese les remitiré a este artículo. Es mi conciencia con la coherencia. Pero como la marea de incultura es mucho mayor que la de la cultura (y no sólo es culpa de los gobiernos) no puedo evitar buscarle el lado positivo a la carta falsa. Pues en todo hay algo bueno y algo malo (moralmente hablando). Y no he pretendido decir, nunca, en ningún caso, jamás de los jamases, que el fin justifique los medios. Por que estoy de acuerdo en que no lo hace, pero si como residuo de esa mentira se produjera una conciencia ecológica... Estoy seguro de que eres consciente del estado del planeta. Y si aquel hombre predijo el fin del hombre blanco, y quizá asistimos al principio de su fin, me gustaría que antes el mundo se llenara de mentes coherentes, conscientes y respetuosas. Eso es lo que creo, firmemente.

    Más allá está el pasado, más acá estamos nosotros, los del presente y somos los únicos responsables de lo que ocurra en ese otro más allá, el futuro. Y es cierto, el pasado es un archivo gigantesco de incerteza en que podemos intentar observar los errores, para corregirlos, para corregirlos.

    Me he alargado, es que me das de qué hablar y no paro... Jajajaja.

    El placer es mío, muy mío Nenya, y estoy seguro de que presencialmente sería incluso divertido ^^.

    Me sumerjo en Borges.

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  12. gracias por hacerme llegar el texto auténtico

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  13. Gracias, me ha encantado el texto. Decir las verdades con toques humoristicos lo hace mas didáctico :-)
    Un saludo

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  14. La primera vez que supe de ese supuesto discurso del indio, me pareció tan poco creible, a causa de los poético de su retórica, que siempre lo vi como "un cuento tártaro", creado para una época de gente que "va de guay".

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  15. ¡Muchas gracias a todos por comentar!

    Por cierto, Petrus...te sorprendería lo retórico y poético que puede ser el pueblo indio, como puedes comprobar en el texto (por decirlo de alguna manera) "original". Por no hablar de sutil pero devastadora ironía. A Manitou lo que es de Manitou! :)

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  16. Buena retorica, la que se aventaron Nenya y Javi. Felicidades Nenya y gracias por instruirnos.

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  17. Como buenos Judios, ya veo que tratan de torcer todo.Solo escribire algo, para los demas porque ustedes los saben. "LOS PUEBLOS INDIOS DE LAS AMERICAS, SON LOS PUEBLOS MAS CERCANOS AL ORIGEN, MAS PUROS"

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  18. No metamos a los judíos en esta danza, por favor :)

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  19. muy interesante el blog!yeah yeahhhhhhhh

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  20. Pues...SORPRESA!

    A quien jodidos, se le ocurrió llamar o nombrar a los que habitamos por bastos MILENIOS, en esta parte del mundo: "INDIOS", en cualquier caso, ya es inútil tratar de corregir el entuerto, dirían los españoles. Acaso lo fue Cristobal Colón mismo quien primero lo hizo? al pensar que había llegado a la INDIA?

    En fin, el apelativo, si eso es, hechó múltiples raices...del extremo norte de la América- obvio atribuido el nombre a Américo Vespusio, o así la bautizaron por sus estudios de esta "nueva" tierra?-al extremo sur del "nuevo" continente.

    Por otra parte, desde el descubrimiento masivo- porque hay muchos indicios, que ya antes habían llegado, no sólo los Vikingos, sino hasta algunos navegantes, de algún lugar de Asia, África (véase las colosales cabezas de la cultura Olmeca, en México) o i incluso el lejano Indostan!- de españoles, portugueses e ingleses.
    Fuimos así llamados.

    Pero en fin, ahora no somos ni lo uno ni lo otro, decía el gran Andrés Henestrosa, que por su sangre y la nuestra, corrían 4 herencias: 1.- la de los habitantes aborígenes originales, mal llamados desde entonces "INDIOS", 2.- de la raza Caucásica, traída por Españoles y Portuguses primero, y por los Ingleses más adelante, 3.- raza Árabe o Morisca?, y por último, 4.- raza Negra, traída por los esclavos de África!

    Como les quedó el ojo! usando el tono del que motivó todos estos simples o sesudos comentarios!

    SALUDOS!




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